Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente.
Rabindranath Tagore, Premio Nobel de Literatura en 1913
Cuando pensamos en alguien optimista siempre se nos viene a la cabeza una persona sonriente y vital. Por algo será. Desde el punto de vista de la psicología podría decirse que es un motor intrínseco que impulsa a focalizar la atención en lo positivo y por tanto a esperar que el futuro depare resultados favorables. Es simple, como una cosa lleva a la otra, esta visión positiva hace que confiemos más en nuestras propias capacidades y además nos ayuda a pensar en todas las ayudas externas que podamos obtener para conseguir la meta o el objetivo que nos hayamos propuesto.
No hay que confundir optimismo con falta de visión realista. Sopesar “los pros y los contras” es necesario, pero si hay un camino posible, hay que seguirlo. Pasar a la acción. La vida en todos sus ámbitos es actividad. Actuar es la clave.
Algunas personas miran al mundo y dicen "¿por qué?"; otras miran al mundo y dicen "¿por qué no?"
George Bernard Shaw
Seguro que has leído la teoría. Ahora te propongo algo: visualiza la felicidad de hoy como un motor en marcha. Asegúrate de encenderlo mentalmente y piensa en cualquier cosa positiva que lo mantenga encendido.
No tiene porqué estar encendido todo el día, arráncalo varios minutos.
¿A que es sencillo? Hay muchas cosas importantes en la vida que son fáciles de realizar.
A veces sólo requieren a alguien que te recuerde lo que ya eres.
María José Zoilo Guzmán
Socia Directora de STANDBY