La energía del profesional corredor de fondo

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Un buen profesional tiene siempre una actitud de corredor de fondo. Sabe que puede emplear toda su energía para recorrer grandes distancias y alcanzar metas.

Si miramos con detenimiento dentro de nosotros, encontraremos cierta dosis de ambición. Es un sentimiento razonable, humano y en muchos casos imprescindible. ¿Qué sería nosotros sin ese deseo por mejorar? ¿Qué sería de nuestra sociedad sin el afán de superación y de mejora de nuestras empresas? Ten cuidado con tus sueños, pueden convertirse en realidad.

Si este es tu caso y has conseguido llegar con esfuerzo y tesón a ocupar un puesto de superior responsabilidad en tu empresa, seguro que habrás experimentado lo que personalmente me gusta llamar «la energía del corredor de fondo».
Un directivo es un atleta. En algún caso contará con un entrenador, pero se enfrenta a largas distancias sólo con su cuerpo y sobre todo con su mente. No hay ayudas mientras dura la carrera,o llegas o te quedas en el camino. La dirección acarrea plus de energías y en algunos casos cierta soledad. Nos pagan por tomar decisiones, por fijar y hacer cumplir los objetivos. Los que antes fueron nuestros compañeros pasan a ser colaboradores,o como decimos hoy, «equipo». Ya nos dejaron de ver como un igual, las conversaciones que antes manteníamos en la cafetería no son posibles.

En los consejos de administración se determina la estrategia y se fijan los objetivos, pero al final el consejero delegado, el director general, el gerente o el director del departamento se debe enfrentar con la realidad y elegir entre la opción A o la B.

En los últimos años han prosperado los llamados comités de dirección, donde el director se reúne con los jefes de departamento y donde se debate, se discute, se pone en común… Quizás buscando algo de consuelo, deseando contar con diferentes opiniones que nos den pistas sobre qué camino elegir. Pero al final, la elección nos corresponde a nosotros. Y debemos tomar decisiones ya que no tomarlas siempre es peor. Ahí está la grandeza del liderazgo. «El poder conlleva responsabilidad», leíamos en los comics de Marvel.

Ojalá ese merecido ascenso profesional a la dirección de nuestra o de otra empresa nos llegue en el momento en el que estemos preparados para encarar la toma de decisiones con sabiduría y justicia. Nuestra empresa, nuestros empleados, nuestros proveedores y nuestros clientes nos lo agradecerán.

Pedro García Molina
Socio Director de STANDBY

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